“El que no da para nada, estudia Comunicación”, dijeron.

Nadelyn Franco Caro, autor.

Esto es lo que pienso de las razones equivocadas para estudiar Comunicación en cualquiera de sus vertientes y, por otro lado, razones para sí hacerlo.

Sé que la frase de título suena un poquito tosca. Pero así es como la escucho venir de muchas personas, la mayoría de ellas profesionales del área y en realidad me molesta. Pareciera que la carrera de Comunicación Social la dejaron abierta para que entre todo el que no sabe qué hacer con su vida y futuro.

Estas palabras son crueles, lo sé y soy consciente de ello, pero es así.

En mis días de estudiante veo cómo los “futuros profesionales” de Comunicación se desviven por “salir en televisión, tener una Jeepeta y una casa grande”, verse como tal o cual presentador/ra de Tv. Es increíble, por lo visto no tienen la mínima idea de la cantidad de espacios de desarrollo profesional que poseemos.

Estudio la mención Relaciones Públicas, conozco sus alcances. He convivido y trabajado como Periodista, conozco el impacto. Estoy 100% interesada en la redacción, la gramática, la lexicología, la ortografía y todo lo que a mi desarrollo mediático ayude. Defiendo totalmente la buena lectura la interpretación, los metamensajes, el análisis de los hechos y por desgracia, me he encontrado con un sinnúmero de iguales (estudiantes) que van de mala en peor. Que no saben escribir ni su nombre, no conocen un autor dominicano, no preguntan ni investigan acerca de lo que no saben y para peor: “no me interesa”, es su respuesta. 

Me hierve la sangre cuando escucho colegas de R.R.P.P. que dicen que no necesitan saber redactar porque son de esta mención. No tienen ni idea de lo que dicen. Que Dios los perdone, no saben lo que hacen… ni dicen. Literal. 

Es de infarto lo que veo. Se lucha por hacer el mínimo esfuerzo y se quieren los mangos bajitos. Yo quisiera saber si es que en los cumpleaños a todas las niñas bonitas le dicen que por esa razón deben estudiar Comunicación, o que a todo chico de voz aguda da para locutor o comunicador. De ser así, estamos mal. Hay un fallo. 

Seamos realistas, si usted sabe que no posee ni las actitudes, ni las aptitudes y no tiene el menor interés por desarrollar estos elementos, NO ESTUDIE COMUNICACIÓN, no se convierta en un profesional mediocre o fracasado sin saber qué hacer con su camino.

Recordemos que como comunicadores somos las voces de los que no tienen voz, de los menos escuchados y que nuestra autenticidad debe ser nuestra marca, llevar siempre más humano, nuestro sentido humano, dolernos los demás y nosotros mismos, sólo de esa manera estaremos completos. 

Si no le apasiona todo lo que tras bambalinas puede hacer y lograr, ni lo hace por “vocación, no por frustración” como dice mi amigo y colega Carlos Vélez, está en la carrera equivocada. Si no es atrevido, arriesgado, organizado, mente abierta, detallista, creativo y de buenas relaciones humanas, estudie otra cosa. Eso sí, le deseo suerte, porque todo lo que acabo de mencionar: lo necesita en todos los ámbitos.